21 octubre 2004

"La ultima parada"




Sergio habia idó a una reunión la noche pasada,
habia tomado demas como de costumbre, tan solo
para soportar el maldito asco que le causaba ver
a sus viejos compañeros de escuela. En aquella
fiesta habia una mujercita en especial que parecia
interesarse en el y Sergio sin pensar en la belleza
de la "recipiente" nunca perdia una oportunidad para
vaciar el tanque., asi que tomò hasta el punto en
que resisitia esas charlas inservibles que le ayudaban
a llevar a las mujeres a la cama. Lo hizó bien, no tuvó
el minimo problema y asegurò que su mujer nunca
se enteraria.

A la mañana siguiente Sergio deambulaba en
estado de descomposiciòn por las calles de la
cuidad de Mexico, esperando encontrar algo que
hacer - una copa estaria bien -pensó, para aliviar
esa cruda con la que despertó. Entrò en el primer
bar que encontrò, una banda de blues tocaba
suave entre las sombras de seres putridos,
retretes desbordados y abundante vomito.
Se fijó en que no hubiera nadie conocido y
tomò una mesa lejos de la demas mierda urbana
que se embriagaba esa obscura mañana.

Las arañas y las cucarachas convivian en aquel
bar donde la miseria era la bebida mas popular.

Sergio estaba sentado bebiendo su tercera cerveza
cuando su celular sonó,tring,,,tring,,tring,, sonò esa
maldita maquinita. Era su mujer. El respondió un poco
nervioso ya que despues de no haberle hablado en 3 dias
sabia que su pequeña mujercita mexicana estaria
realmente enfurecida. Pero el pronostico fue erroneo,
su mujer hablaba con un tono lindo y suave, Sergio
nunca creyò en las mujeres y sabia que esto trataba de
algun tipo de trampa, en fin, dejò que las palabras siguieran
transmitiendose. Ella lo llamaba para que comieran
juntos en casa, Sergio aceptó y colgarón. El celular se quedó
callado como si no hubiera escuchado ni una palabra de
aquella conversaciòn.

Sergio pidiò la cuenta y levanto su trasero de aquellos
podridos asientos de piel. Saliò a la calle y se pusò a
caminar hasta llegar a la ultima parada de camiones.
Llegando a casa, su mujerlo saludò de forma amorosa
y lo invitò a pasar a su alcoba. Alli dentro habian velas
prendidas, las cortinas estaban cerradas creando
un ambiente comodo. A Sergio le pareció demasiado
y hasta se incomodo con tal sorpresa....
pero antes de que pudiera preguntar algo su mujer ya
estaba montado en el, en fin, Sergio comenzó a desvestirla,
parecia la primera vez, se sentia tan bien, Sergio en
especial lo disfrutaba y no queria que aquello terminara,
entonces Maria se desmontò de Sergio y se agachó
para sacar algo de debajo de la cama unas esposas
con las que uniò a Sergio con las patas de la cama.

Sergio le siguió el juego a su mujer y no se resistió
a aquel juego sexual. Maria sacó algo mas de debajo
de la cama y comenzò a mamarsela a Sergio, ya cuando
estaba bien parada Maria tomò el cuchillo que antes habia
sacadò de debajo de la cama y comenzo a acuchillar
la pija de Sergio hasta que solo quedo un tronco a la mitad.
Sergio gritaba tanto como podia, la sangre le daba un nuevo
color a las sabanas. Mientras acuchillaba ferozmente
la pija de Sergio Maria gritaba -Esa maldita pija !! es la
condena a todos los malditos hombres !! esa maldita pija !! -.
Sabanas teñidas de rojo, una verga en el basurero,
un cuchillo satisfecho. Aquella era la ultima parada ...
la ultima parada ...

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Pocamadre,, alguna realidad que posiblemente algun pobre diablo tendra que experimentar. La amabilidad generalmente es una farza. Es mejor no confuar en los demás y dejar que se pudran lentamente.

8:22 p.m.  

Publicar un comentario

<< Home


Which 1990's Subculture Do You Belong To?

[Another Quiz by couplandesque.net]
eXTReMe Tracker