Lagañas

- Disculpa, necesito dormir. - Sergio regañó cuando lo despertaron,
no era un buen dia, ninguna buena mañana, amaba quedarse todo el
dia dormitando en su microscopico cuarto pero siempre lo iban
a despertar, de alguna forma la gente activa quiere convertir
a todos en lo mismo, quieren que tambien se activen, que hagan
mierda tambien, es un tipo de envidia disfrazada.
Sergio se levanta pero no puede abrir los ojos, se niegan a
abrirse, se niegan a la luz y asi pasa todo el dia; con los
ojos medio abiertos, nunca dormido nunca despierto.
El cafe y la tv lo mantienen en su estado neutro
mientras se pregunta porque lo despiertan si no
tiene nada que hacer, si no tiene empleo, si no
tiene una familia o amigos con los que convivir.
Pero nadie lo entiende, todos le dicen lo mismo;
Sergio el tiempo es oro, Sergio, debes aprovecharlo.
A Sergio se le fue la juventud hace mucho, de hecho
no recuerda haber tenido alguna. Lo que recuerda
desde siempre es esa botella que guarda debajo de
su cama. Sergio pasa la mano por la alfombra debajo
de su cama y toma el whisky, le da un buen trago a
la botella, recuerda que el tiempo no es mas que
mierda con una cubierta de falsa hoja de oro
y observa como el tiempo lo ha terminado,
lo ha hecho viejo, se ha aprovechado de el
y le ha chupado la poca vida que lo sostenia.