Una vieja lata de metal con sentimientos

Eran las 4 de la tarde de un viernes.
Franco tragó el resto de su coctel de un trago. Le pidió
a la camarera la cuenta, desembolso y salió.Afuera estaba
su automóvil, aparcado en la zona de inválidos. Encajó la llave,
el auto rugió y los dos dejaron el polvoso lugar. Recorrieron las
calles de la gran Manzana en busca de un poco de rápida y
corriente acción, pero las servidoras de ese día estaban ya
demasiado explotadas.

- Puro material viejo Ronny. no hay mas que material
viejo en este lugar. – le dijo a su auto; Ronny

-Así es Franco, pero tu no quieres regresar a las
buenas calles de San Francisco – gruño Ronny

- Ya te lo he dicho Ronny tengo que encargarme
de algunas cosas aquí. -

- Bien, bien, pues no tardes mucho. – respondió Ronny
con su voz ronca que provenía del capote

- Lo juro Ronny, no más de esta mierda, regresando a
San Francisco te comprare nuevos neumáticos y tendrás a
una bella dama sentada en el asiento del copiloto. – dijo Franco

Franco y Ronny siguieron por la carretera. Hacían un
buen equipo. Los dos tenían el modo de una pareja
de difíciles mafiosos. Franco llevaba el volátil y Ronny
hacia rodar esos anticuados neumáticos. Ya era noche
Franco se detuvo en la saliente de la avenida Paloma.

- Bien Ronny llegamos, aquí es donde se hará el negocio,
espérame aquí no tardare. -

- Ja, como si pudiera, anda ve, no tardes mucho. – respondió Ronny

- No tardare. Me agradas Ronny, eres fiel compañero y
con buen sentido del humor. –

- Anda Franco déjate de tonterías y ponte a trabajar. –

Franco bajo del auto, se sacudió los zapatos y entro
en el viejo edificio. Oprimió el botón del ascensor.
cuando la puerta se separó aparecieron dos hombres
armados con un cachorrillo en cada mano.
[[Demonios, lo sabia]] pensó Franco mientras
corría de regreso a la salida. En su huida una
bala lo alcanzo en el pecho pero Franco era fuerte y
logro llegar hasta donde estaba Ronny. Abrió la puerta.

-Demonios Ronny lo sabia me tendieron una trampa
esos bastardos. Arranca nos persiguen –

Ronny encendió su motor y salieron de ahí. Los sucios
bastardos treparon en otro auto y los comenzaron a perseguir.
Un fachendoso auto.Para Ronny esas nuevas latas de
metal no eran competencia. Arqueo en varias calles, dando
buenos derrapes y en cinco minutos los había perdido.

-Franco te tenemos que llevar a un hospital,
té estas desangrando todo. –

-No Ronny, no mas, ellos estarán ahí esperándome en las puertas,
están por todos lados y yo ya no lo puedo soportar mas,
me he salvado muchas veces de la muerte y creo que
ahora es momento de darle una oportunidad. -

- Pero Franco ... –

- No Ronny, llévame a la orilla del mar por favor –
le interrumpió Franco

Ronny se estaciono justo a lado del muelle. Franco se estaba
desangrando en el asiento delantero pero al ver el ocaso caer
sobre las olas del mar no sintio nada. Se sentia a si mismo flotando.

- Fuiste magnifico Ronny, no tuve un auto como
tu en toda mi vida. –

- No hables asi Franco, mis luces delanteras
ya estan goteando. –

- Es algo hermoso Ronny, la luz, el vacio, toda esta paz.
La muerte es algo bellisimo. Tu eres una maquina pero
se que lo entiendes. Algun dia a ti te desarmaran tambien
y parte por parte sentiras esto mismo amigomio. Toda la
vida de sufrimiento se ve recompensada por los ultimos
minutos.Hay una musica hermosa que me llama Ronny.
Debo ir hacia ella... es bella... es celestial... -

Un andariego se dio cuenta de que habia un hombre muriendo
en el auto. Pidio por auxilio a gritos pero no habia nadie mas en la
playa. Fue corriendo hasta el auto, abrio la puerta y saco a Franco de ahi.

El cadaver de Franco se quedo acostado sobre la arena mientras
el otro hombre llamaba a las ambulancia.Ronny dejo caer algunas
gotas de anticongelante sobre la arena y salio de ahi rodando,
lentamente.Fue hacia el fondo de la playa. Estaciono ahi y
dejo que la sangre se secara sobre el cuero de los asientos.