Te complacera hermano, el jazz te complacera

Franco, el pianista mas grande de México, era un tipo intrépido,
solo necesitaba una mano para tocar a Beethoven, nunca nadie le
había visto usar su otra mano con las teclas, de hecho, muchos
pensaron que este no tenia brazo, entre otras varias historias
inauditas se había dicho que Armando, otro intérprete de la época,
le había cortado un brazo mientras dormia para entonces poder
bautizarse como el mejor, pero Franco nunca había asegurado
nada. El solo tocaba y se marchaba a su camerino a tumbarse,
generalmente tocaba como de 10 a 15 minutos, rara vez se
aventaba a tocar mas. algunos pensaron que presumía, que
se creía demasiado para tocar para el publico por mas de este
estimado tiempo, otros pensaban que debido a que solo tocaba
con una mano, no aguantaba mas tiempo antes de que se le
empezase a acalambrar. Luego de que terminada su pieza se
largaba a su camarín, donde desde afuera se le podía escuchar
roncando. Una noche en el bar Banano´s el pianista solicitó algo
de crema a un mesero mientras tocaba ya casi el final de su pieza,
el mesero se la llevo rápidamente y Franco saco su mano derecha
de abajo para embarrar algo de crema en ella, había expuesto su
mano derecha al publico por un momento, todos permanecieron
con los ojos y oídos bien abiertos, Franco solo sonrió y le dijo al
mesero que retirase el vaso con crema del instrumento de teclado.
Franco termino de tocar, tardo un momento en levantarse y se
fue a su camerino a dormir como todos los demás días. Todos
quedaron intrigados pero con unas copas mas se les olvido todo
el rollo ese. A las 3 de la madrugada el lugar cerró, los empleados
salieron, las mujeres medio vestidas y sus hombres borrachos
tomaron camino a casa. Las luces se apagaron, las sillas se
subieron a las mesas, eran las 3 30 de la mañana, a esa hora
en el bar Banano´s ya solo se escuchaban los ronquidos
provenientes del camerino de Franco y un encargado de limpieza
que maldecía a clara voz mientras limpiaba la base del piano.